18.7.13

¿Nada? (a pedido de fulanita)

Me acuerdo de memoria, de reojo, de costado, de vos.
Dos manos, dos pies, como cuarenta dedos, y quién sabrá cuánta fantasía escurrían.
 Confluíamos como la 5ta sinfonía... El concierto perfecto y una verdadera farsa.
Entonces toda esa revolución de colores, todo el vigor que implica una sonata para orquesta, así de salvajes y estructurados, todo en vano. 
En vano los besos, la armonía y el desequilibrio total.
Sigo sin entender cómo no lo vi.
 O... cómo vos sí.
Bastante inocente resultó ser mi mirada, torpe, enamorada.
Porque ¡Claro que fue amor!
Yo te amé, como la tempestad, disfrutando de imponentes timbales jugando con alocados violines en un fortísimo señalado por la partitura, ese cielo negro desatado tras horas de encierro.
De la misma forma que un niño ama la vida, porque no la conoce. 
Embelesada por ese cielo tan tentado a escupir verdades, ese infierno despertando más infiernos, perfectos matices, perfectas mentiras, perfectas miradas, y da capo al fine.
La única farsa entonces, que tu pecho no es de piedra y los misiles que lanzaste... 
Tontos papelitos, mentiritas piadosas, y me desarmo. Y me armo, ardo ensimismada, creando un pianísimo remolón, y vos, mientras termino de estirar el acolchado, pasándome el mate más amargo, me decís que nunca hubo nada. 
Nada, fue la obra más osada de Ludwig, fue un otoño crujiente, muchoso.
Nada fue mi dosis de felicidad. Un tenue resplandor entre  la cruenta agonía de vivir.
Otra vez el hombre imponiendo nada. 
Creando falsos universos, allí donde el amor no existe y  él reina en su afán de corazón de hormigón.
Basta de farsa, los corazones comparten células con las cuerdas vocales.
 ¿Por qué me dedicabas aullidos tan cálidos, entonces?  Por nada, ya lo dijiste. 
Habría que replantearse qué es nada. Quizá haya sido lo más lindo que te pasó en estos últimos meses.
Entonces nada, será la pesadumbre de no encontrar más cabellos tuyos en mi ropa. 
Ya no los encontrará tampoco mi almohada, ni resurgirán en mis manos... Aunque quizá si, de repente, nada nuevamente.