12.9.17

El día que me enfrenté con el diablo.

El día que me enfrenté con el diablo, el oxígeno se volvió confuso y mi sangre ardía de dudas. 
Intenté que el tiempo enfriara las cosas pero a él parece que el paso de los días  le potenciaba su furia contra mi feminidad.
 Con cada nuevo encuentro, yo intentaba disfrazarme de bruja y que me quiera un poco. 
En cambio, para él todo era kaos, incendios y ceniza. 
 Mis lágrimas hacían que crezca una flor rubí bajo esa savia gris. 
No me atreví a sacar chispas ante tanto fuego. 
Hasta que por fin una noche, envalentonada, me dirigí hacia lo más visceral de su ser, 
y le rogué,
me diera una tregua. 
¿Puede el infierno volverse algo tan irresistible? 
Será la bruja entonces su perdición.
Contenido es ahora el fuego.
¿Represión?

11.9.17

El engaño de los sapos

Otro más que me roba el alma por decreto, me desnuda por ley, me desarma por mandato. Y yo que siempre soñé con príncipes, no recibí más que sapos. Me prometiste que si me sometía al sapo un día
mutaría este a caballero. Yo siempre dama, me sometiste al pantano para que valore el castillo. Me diste la espalda cuando quise curar mis impenetrables heridas. Tiene sentido.
Es por eso que ya no sueño con prínipes,
 Y le doy fin al engaño de los sapos.