22.4.12

Una angustia.

Es la energía atrapada en algún rincón de mi cuerpo, envuelta entre los recovecos más ocultos de esta vida. Una vida, mi vida. 
Es perder la memoria porque no me acuerdo, es buscar una respuesta de algo que todavía nadie ha interrogado.
Es rogarle a la mente el olvido de esos llantos que escupí en algún otoño por la desolación.
Sentir la distancia de esos nombres mientras me aplasta la muchedumbre cuando frena el colectivo.
Es repentina, como toda esa gente que se asoma por los asientos a presenciar el choque; y 
de golpe, cuando todo lo que es, se estampa en tu frente porque no llevas amarrado un cinturón,
es seguridad, la de saber que la solución es leer la historia de ese libro que un día prometiste, me ibas a enseñar.

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