28.5.12

Domesticable.

Nadie, ni tan misterioso, ni tan flor, ni tan piedra, podría dejar de encontrarse en asombro por una mirada.
El bosquejo de un dibujo que te lleva en un lejano viaje hacia ese cotidiano amor que de a ratos se torna extraño.
Si me vieras a los ojos, pensarías que tengo un oficio terrible, acá, distante, viéndote mirarme, esperando que no te escabullas o te escondas.
Si sintieras a estos ojos, cuando ya la lejanía se tornara constante, comprenderías la simpleza de ese lenguaje abstracto, tan real como farsante, y a la vez encantador.
Ahora bien, ya que tus ojos comprendieron este rito que pretendo, cuando me observes nuevamente y de manera ocasional,lo impredecible me consiente, aprovecha estas palabras y mírame un vez más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario