29.4.13

Lo que podríamos haber sido. (a pedido de fulanita)

(Olerte me sabía extraño. Una extrañeza exquisita, necesaria. Y cada tanto alguna ausencia prolongada sonaba hostil en mis manos, sobre las piernas...mis sábanas. Olerte me sabía a revivir, y a tristeza de tanto en tanto. Te ibas y el vacío no me entraba...¡Tanta inmensidad!
Los domingos solía sentir que no me querías más, como si de repente tanto olernos, tanto revuelo de ropas y calor y
Los martes a la tarde se me ocurre pensar si                                                                 pero realmente así.
Quizás exagero y en realidad no es que no me quieras sino la vida, duelos, cambios, renovaciones.Una aolscdencia dtraía que nos cuesta a todos.
Esto que titulamos "la  rutina" nunca nos pone felices, porque se disparata y deja de ser rutina, por eso tanta angustia. Y  ora te fuiste.)

"Pensá lo felices que podríamos haber sido" dije.
"No me pidas supositorios. Te quiero y duele." Me gritó en silencio, atragantado por un adiós que nunca terminó de pronunciar.
"¿Cómo haces para dolerme tanto?" alcancé a esbozar pero llegó la rabia, y brindamos (aunque no debíamos).

(Esas cuestiones que por llanto nunca terminamos de aclarar...
Podríamos haber sido.
HABER SIDO. PODRÍAMOS.
 Hoy no somos, no hay, no podemos.  Pero estamos, algo sigue encendido aunque a más no poder...
Yo también te quiero.
Y duele.)

8.4.13

La dama de hierro partió.

Un día despertás sabiendo que hubo una vez, a cientos de kilómetros, ahí donde el blanco es cálido y el frío se pinta de transparencia, donde el mar esconde penas celestes y blancas y el sol no escapa de arroparlas.
Solo te imprimen que hubo una vez,llena de lágrimas, coraje, desesperación...
Otro día te relatan esa misma vez, adornando con canciones, conmocionando sonrisas.
Y saber que los estaban esperando con fervor, deseándolos a gritos, a esperanzas, en silencio.
Convivimos con tantas  historias como verdades, pero fue tan solo una suerte, una guerra, una derrota. Derrota que no será.
Derrota en los corazones mas no  habrá sido en vano  la agonía de ese invierno.
Resultamos ser producto, propaganda, una mísera victoria, reelección británica.
Quedamos atrapados entre banderas y goles, simples somas, pasajeros que abordaron.
Dicen que en el presente un continente latino nos está abrazando, asi como el Papá Noel de las iglesias y un león que nos realza el pecho con cada jugada...
Digo yo, hoy que la dama de hierro se fundió en la mísera realidad que el hombre trata siempre de evitar, hoy que el mundo entiende todo pero igual se trastabilla, no me invade una certeza, pero venceremos.
La derrota no será.

4.4.13

El otoño en abril.

Sentirse amarillo, tranquilo... Ser mástil, sube y baja, tobogán, bancos mojados, barro. Ser luz en otoño.
Mimetizarse así entre plumas de agua y clorofila gastada. Esas manchas marrones volando, desapareciendo entre tanta paz...
Cuatro vientos, en secreto, desnudan de hogaño la madera mojada.
Qué abril tan puntual... La hora se torna más que propicia para corresponder felicidad. 
Sea esa la causa de ciertas melancolías y tanto solitario pisando hojarasca. 
Encontrarnos a mil suspiros de distancia, y sabernos en silencio.