16.12.14

A deshora

Podría dibujar
con mis lágrimas
toda una senda de ilusiones perdidas
o firmar la carta
que voy a dejar en tu puerta
esta tarde.
Prefiero llorar
 que es la hora
 de empezar de nuevo
o terminarlo de una vez.
Porque las lágrimas lloran
 lo que mi voz
no puede mirarte.
 Y si te miro
en silencio
son mis ojos
los que a gritos me delatan,
entonces
prefiero llorar
que es la hora,
sentarme a escribir despatarrada
en tu puerta,
y que me eches
 a mil grises por segundo,
y que te sangre el alma
 pero sólo sientas un calambre
en la rodilla.
Ya pasa.

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