20.3.12

Basta de pena.

Si quisiera ir a ninguna parte no me harìa falta mover un pié porque acá estoy, donde ya no recuerdo.
Donde las ganas de llorar se resignan ante la plenitud de la sonrisa, pero no la quiero.
Acá estoy, sin saber por qué razón ni a dónde me dirijo.
Allá voy, intentando salpicar mi humor atento,  esquivando al perverso, el que de tanto hablar nunca nada dijo.
Hallar un aliento en donde refugiar mi voz es mi gran anhelo.
Extrañando esa dulzura que invade de abrazos el corazón, cariño sincero.

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