Su apodo, veo su apodo, veo una selva. Al hacerlo, automáticamente me acuerdo de mi mamá, Silvina.
Ahora imagino una cascada de agua, mientras escucho el torrente de la lluvia y me urgen las ganas de ir al baño.
Lo quiero, no solo por el hecho de quererlo. Necesito de su inmadurez selvática.
No logro entender si quiera el sistema del amor, la atracción, el sex-appeal.
Mirame, peleame, empujame, sintamos juntas nuestras llemas.
Solo eso, se parte de mi. Seamos parte de una historia.
Pero cómo, cómo conseguirlo si soy totalmente ajena a la fórmula secreta de la atracción.
No sé con qué más excusarme, te quiero acá, quiero amarte, divertirte, extasiarte, besarte.
Quiero que seamos uno y varios, juguemos al veo veo. MIRAME.
No sé con qué más excusarme, te quiero acá, quiero amarte, divertirte, extasiarte, besarte.
Quiero que seamos uno y varios, juguemos al veo veo. MIRAME.
que buena entrada! que buena musa es el amor, que hijo de puta.
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